lo que creemos

Estas son las creencias fundamentales de Comunidad Vida y Gozo basadas en las verdades fundamentales que nos enseña la Biblia. Toda nuestra enseñanza y ministerio tiene sus raíces y fluye de estas doctrinas bíblicas.

Creemos que toda la Biblia es la palabra de Dios que es inspirada, infalible e inerrante y que los hombres fueron movidos por el Espíritu para escribir los libros de las Escrituras (2 Pedro 1:20-21). Las palabras de la Biblia son la fuente primaria para enseñar y equipar a los cristianos para una vida de justicia (2 Tim. 3:16-17).

Creemos que Jesucristo es el Hijo de Dios, en su nacimiento virgen (Mat. 1:23), su vida sin pecado (Heb. 4:15; 7:26), su muerte expiatoria en la cruz (1 Cor. 15:3), su resurrección al tercer día (Juan 11:25; 1 Cor. 15:4), su exaltación a la derecha del Padre (Heb. 1:3) y el hecho de que regresará de nuevo a reinar como Señor de Señores (Hechos 1:11; 1 Tim. 6:13-16).

Creemos que el Espíritu Santo es nuestro poder. El Espíritu Santo es igual al Padre y al Hijo de Dios. Está presente en el mundo para concienciar a las personas de su necesidad de Jesús. El Espíritu Santo vive en cada seguidor de Jesús (1 Cor. 6:19-20, Rom. 8:15-16). El Espíritu Santo proporciona a todos los seguidores de Jesús el poder para vivir una vida de amor, comprensión, verdad espiritual y valentía al compartir el mensaje de Dios con los demás (Rom. 8:11-14). Los dones del Espíritu permiten a los seguidores de Cristo impulsar el evangelio y honrar a Dios con sus vidas.

Creemos que todos los creyentes tienen el derecho de recibir y deben buscar fervientemente la promesa del Padre (el bautismo en el Espíritu Santo), según el mandato del Señor Jesucristo (Lucas 24:49; Hechos 1:4; Hechos 2:38-39). Esta era la experiencia normal y común de toda la primera iglesia cristiana. Con el bautismo viene una investidura de poder para ser testigos de Jesús (Lucas 24:49; Hechos 1:8). Esta experiencia es distinta a la del nuevo nacimiento y subsecuente a ella (Hechos 8:12-17; 10:44-46; 11:14-16; 15:7-9). Con el bautismo en el Espíritu Santo el creyente participa de experiencias como la de ser lleno del Espíritu (Juan 7:37-39; Hechos 4:8; Efesios 5:18); y un amor más activo a Cristo, a su Palabra, y a los perdidos. El bautismo de los creyentes en el Espíritu Santo se evidencia con la señal física inicial de hablar en otras lenguas como el Espíritu los dirija (Hechos 2:4). El hablar en lenguas en este caso es esencialmente lo mismo que el don de lenguas (1 Corintios 12:4-10, 28), pero es diferente en propósito y uso.

Creemos que hay un Dios quien es el creador y gobernador del universo (Gen. 1:1). El existe eternamente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mat. 28:19).

Creemos que los seres humanos fueron creados a imagen de Dios para tener comunión con él (Gen. 1:26), pero se alienaron de esa relación a través de una desobediencia pecaminosa (Gen. 3). Como resultado, la humanidad es totalmente incapaz de volver a una relación correcta con Dios, por su propio esfuerzo (Rom. 5:12-19).

Creemos que la sangre derramada por Jesucristo en la cruz únicamente provee el perdón de los pecados (Marcos 10:45). Por lo tanto, la salvación es recibida solo cuando una persona coloca su fe en la muerte y resurrección de Cristo como pago suficiente por el pecado reconocido (Hechos 2:38). Esta salvación no es ganada, sino que es un regalo disponible únicamente por la gracia de Dios (Ef. 2:8-9).

Creemos que, para cada cristiano, la vieja forma de vivir para uno mismo está en el pasado y la nueva forma de vivir para Cristo es para el presente y para el futuro (2 Cor. 5:17). Por obediencia a las Escrituras y un rendimiento diario al Espíritu, maduraremos y nos convertiremos en conformidad con la imagen de Cristo, la cual debe ser exhibida por amor a Dios y nuestro prójimo (Mat. 22:37-39).

Creemos que los cristianos que han muerto serán reunidos con aquellos que aún están vivos en la segunda venida de Jesucristo (1 Tes. 4:16-17). A este evento le seguirá el reino milenario de Cristo (Apoc. 20:1-6), un juicio final (Apoc. 20:11-15), y la apariencia de un cielo nuevo y una tierra nueva (Apoc. 21 y 22).

Creemos que el poder de Cristo para sanar, evidente en los evangelios, está disponible para aquellos creyentes hoy en día, a través de su sacrificio santo (Isaías 53:4-5). La iglesia debe imponer manos en los enfermos, ungirlos con aceite y orar con fe por su recuperación (Santiago 5:14-15).

La Iglesia está en misión con Jesús (Mateo 28:19-20; Marcos 16:15-20). Cuando la gente elige seguir a Jesús, Dios planta en su interior todo lo que se necesita para ir, hacer discípulos, bautizar y enseñar a sus amigos, familiares, vecinos y compañeros de trabajo cómo amar a Dios (Hechos 1:8; I Corintios 2:10-16). A medida que las personas van a la misión con Jesús, surgen iglesias y Dios cambia el mundo de corazón primero (Efesios 4:11-12, 15-16; Gálatas 5:22-26).

Si deseas leer más acerca de lo que creemos como iglesia y organización, puedes ver la explicación completa de las 16 verdades fundamentales de las Asambleas de Dios en https://ag.org/es-ES

Los cristianos son personas que creen que la sangre de Jesucristo, derramada en la cruz, proporciona la única base para el perdón de los pecados. Por lo tanto, la salvación ocurre solo cuando una persona pone su fe en la muerte y resurrección de Cristo como pago suficiente por su pecado. Si has aceptado a Jesucristo como tu Señor y Salvador, entonces estás listo para ser bautizado. Al igual que la novia y el novio muestran a los demás su amor mutuo al usar anillos de boda, tu bautismo es tu oportunidad de mostrarles a los demás que has aceptado a Cristo y que ahora estás caminando con Él.

El bautismo es una forma de mostrarles a los demás que has entrado en una relación con Jesucristo. Simboliza lo que sucedió en tu corazón en el momento de la salvación: 

• Aceptar de Jesucristo como Señor y Salvador.
• Compartir Su muerte y resurrección ilustrada al sumergirse en el agua (muertos a nuestra vida anterior), y luego resucitar (vida nueva).
• Ser lavados simbólicamente, nuestros pecados perdonados por Su muerte en la cruz.

Debido a que Jesús nos instruyó que fuéramos bautizados, el bautismo es un acto de obediencia. Si bien no es necesario para la salvación, demuestra sumisión a Dios. Nos sumergimos en Vida y Gozo porque creemos que es consistente con la enseñanza de las Escrituras y la práctica de la iglesia del Nuevo Testamento (es decir, el libro de los Hechos).

Lucas 3: 21-22:
Cierto día, en que las multitudes se bautizaban, Jesús mismo fue bautizado. Mientras él oraba, los cielos se abrieron, y el Espíritu Santo, en forma visible, descendió sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
El concepto del bautismo en agua puede parecerte extraño a primera vista. ¿Por qué un seguidor de Cristo necesita ser bautizado? ¿Qué representa el bautismo en agua?

"Baptismos" es una palabra griega para bautismo. La palabra originalmente no tenía ningún significado espiritual, teológico o religioso. Era una palabra común, significa sumergir, lavar, limpiar o tomar un baño.
Juan el Bautista vino predicando: "Arrepiéntanse y bautícese". Jesús fue bautizado a la edad de 30 años. La Gran Comisión dice: "Por tanto, vayan y hagan discípulos ... bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19). En el primer sermón predicado después del nacimiento de la iglesia, Pedro dijo: "Arrepiéntanse y bautícese cada uno de ustedes". (Hechos 2:38).

Mateo 28: 19-20:
Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».

Hechos 2: 37-38:
Las palabras de Pedro traspasaron el corazón de ellos, quienes le dijeron a él y a los demás apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer? Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.

Comencemos con una definición práctica: el bautismo en agua es una declaración externa de una transformación interna. ¡Ser bautizado es simplemente un baño si una persona no ha sido transformada por el poder del evangelio!

El gran asunto es este: como seguidor de Cristo, te estás identificando con la muerte y resurrección de Jesucristo. El bautismo en agua es una hermosa imagen del seguidor de Cristo que muere al pecado y se vuelve vivo para Dios en Cristo Jesús.

Cuando un seguidor de Cristo es bautizado, se está identificando con la crucifixión de Jesucristo. El bautismo en agua declara al mundo: "Estoy muerto al pecado". Mi antigua vida se ha ido. Una vez fui un pecador que merecía la ira de Dios, ahora estoy muerto al pecado.
Pablo pinta este cuadro en Romanos 6:3, "¿O no saben que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte?"
Romanos 6: 3-4 ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.

Hay algo simbólico y poderoso cuando una persona se bautiza. El mismo hecho de que una persona sumerja a alguien en agua es una hermosa imagen de la muerte de Jesús y su cuerpo siendo puesto en la tumba. Mientras estás sumergido, estás diciendo: "Estoy muerto al pecado" y "Estoy crucificado con Cristo".

Cuando un seguidor de Cristo es bautizado, se está identificando con la resurrección de Jesucristo. El bautismo en agua declara al mundo: "He resucitado espiritualmente de entre los muertos". Estás afirmando con orgullo: "Una vez estuve muerto, ahora estoy vivo para Dios en Cristo Jesús".

Pablo continúa pintando un hermoso cuadro del bautismo en agua cuando dice en Romanos 6:4: “Por tanto, fuimos sepultados con él para muerte por medio del bautismo, a fin de que, así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, nosotros también puede vivir una nueva vida".

El mismo acto de salir del agua es un símbolo de cuando Jesús salió de la tumba en victoria. La muerte ya no tiene dominio sobre nuestro Salvador Jesús. Estás dejando atrás tu antigua vida y te estás identificando con la resurrección de Jesucristo.

Después de que Pablo pinta este cuadro del bautismo en agua, dice con un fuerte grito: "De la misma manera, se consideran muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús". (Romanos 6:11).

Cuando un seguidor de Cristo es bautizado, se está identificando con la nueva vida que viene por el poder del evangelio. El bautismo en agua declara al mundo: “Soy diferente; Estoy transformado; Estoy viviendo la nueva vida; Ya no soy un fanático ni un enemigo de Jesús, soy un seguidor ".

Pablo dice que debido al poder de la resurrección “nosotros también podemos vivir una vida nueva” (Romanos 6:4). Por la gracia de Dios, tu vida es nueva. Transformada. Potenciada por GRACIA.

Todo es transformado por el evangelio: Mis pensamientos, corazón, alma; mis relaciones, valores, hábitos; cómo gasto mi dinero, cómo trato a las personas, ¡TODO!

Comprender el significado teológico del bautismo en agua responde a muchas preguntas. La gente me pregunta todo el tiempo: "Me bauticé cuando era un bebé, ¿debo bautizarme de nuevo?" Le digo: “Los bebés no pueden declarar que están muertos al pecado y vivos para Dios. Honra a tus padres, pero debes declarar al mundo que eres un seguidor de Jesús ". Otros preguntan: "Me rociaron, ¿debería bautizarme de nuevo?" Respuesta: Pregúntese si este fue un momento en el que declaró al mundo que era un seguidor de Jesús. Si la respuesta es sí, entonces la cuestión de ser bautizado de nuevo es una cuestión de conciencia y convicción personal.